25 abr 2019

¿QUIÉN ES LA 'MOMIA QUE GRITA'?

En el año 1886, el arqueólogo Gaston Maspero llevaba a cabo un descubrimiento poco común. Hasta la fecha, muchas de las sepulturas que se habían encontrado contaban con un denominador común: los fallecidos eran embalsamados para prepararlos para el Juicio de Osiris, acontecimiento en que cuerpo y alma del difunto eran analizados por el tribunal presidido por el dios de la resurrección. Pero la momia descubierta por el francés no encajaba en este esquema. Pese a estar enterrada en el Valle de los Reyes, no se trataba de la típica momia cuidada hasta el extremo, sino todo lo contrario: un cuerpo completamente rígido, que contaba con un impresionante rictus de dolor en su cara, con la boca prácticamente desencajada en un último grito de dolor antes de perder la vida. El misterio de esta momia empezó pronto a provocar que los investigadores trataran de darle solución, pero ninguno llegaba a ser capaz de entender quién era ni qué le había pasado. Zahi Hawass, egiptólogo y exministro de Antigüedades del país, decidió llevar a cabo una prueba de ADN que ha terminado por resolver el misterio: el cuerpo pertenece al príncipe Pentaur, que fue condenado a morir ahorcado después de matar a su padre, Ramsés III —que gobernó desde el año 1184 hasta 1153 a. C.—, con el objetivo de hacerse con su trono. Su grito de dolor no es más que la mueca final con que perdió al vida al ser condenado a una muerte agónica y dolorosa. A pesar de ser encontrado junto al resto de la familia real, había varias pruebas que confirmaban que esta momia era diferente, y no solo por su gesto final de muerte. Se encontró piel de oveja y lo que parecía ser una soga junto a él. Así explica Hawass qué significa: "En la mente del antiguo Egipto, cubrir a alguien con piel de oveja significa que no estaba limpio, que había hecho algo malo en su vida", confirma a 'Al-Ahram Weekly'. La soga sirvió para enterrarlo atado de pies y manos.

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